En el primer día del Festival Estéreo Picnic los rockeros estaban esperando ansiosamente la presentación del legendario grupo estadounidense Bad Religion, y no era para menos, hablamos de uno de los nombres fundamentales para el hardcore punk, además de ser considerado como enorme fuente de inspiración para muchas bandas. Después de algunas giras sudamericanas, finalmente esta noche debutaban en nuestro país. Antes de su presentación en el escenario Huawey, se escucharon canciones de grupos como Rage Against The Machine, Foo Figthers y Korn, para así ir calentando motores. En ese momento no había mucho público, pero a la hora del inicio del espectáculo, 8:00 p.m., la audiencia fue creciendo rápidamente. Varios de los reunidos sabían la magnitud del grupo que se avecinaba y por consiguiente buscaban la mejor ubicación posible. Sin duda alguna la experiencia no se improvisa, y estos californianos con 36 años de carrera artística así lo demostraron a lo largo del show. Con su primera canción, ‘Fuck You’, el cantante Greg Graffin empezó a “dar clase” como el maestro que es, y a demostrar porque esta es una banda con letras a las que hay que poner suma atención. Jamie Miller en su estreno como baterista del grupo logró estremecer los corazones y acelerar los latidos de los reunidos. El ex Snot sacó de su instrumento la máxima potencia. Luego tocaron ‘21st Century (Digital Boy)’, y cada vez llegaba más gente a verlos, esto era un evento que no se podía perder, además el show de luces daba una atmósfera intensa. Con ‘New América’ la guitarra salió a relucir, el guitarrista Brett Gurewitz azotó las cuerdas intensamente mostrando su versatilidad. Al sonar ‘Los Angeles is Burning’ el cantante dijo que Bogotá era como los Los Angeles, pero “Only mas alto”… y le dedicó esta canción a nuestra ciudad. En varias canciones se vio en las pantallas el famoso logo de la banda, el “Crossbuster”, pero solo intermitentemente. También tocaron ‘Sinister Rouge’, ‘Do What You Want0, ‘Suffer’, ‘Sorrow’ y muchas más, en total fueron 24 canciones llenas de poder y rebeldía contra la religión, el gobierno, los dogmas y todo lo que sea represión; tal y como el buen punk rock debe ser. Cerraron la presentación con la esperada ‘Américan Jesus’, que la mayoría de gente cantaba a la perfección, y a las 9:00 se apagaron las luces, se terminó la hora mágica y el público seguía gritando “Bad Religion, Bad Religion”, pero como en este festival los horarios son tan estrictos (contados milimétricamente por un reloj a la vista de todos), pues los chicos de la mala religión no pudieron seguir pecando.