Category: | Review - Newspaper | Publish date: | 1/1/1994 |
Source: | Zona de Contacto (Chile) | ||
Synopsis: | A review for Stranger Than Fiction |
By Reseña Alfredo Lewin
Stranger Than Fiction
Bad Religion es un quinteto bastante conocido en el mundo hardcore de Los Angeles. Han abierto más de un camino. Y con el impacto de Greenday, quienes a su vez le abrieron el paso a The Offspring, era totalmente lógico que hubiese, en estos días, en.una especie de redescubri-miento de los más antiguos punkies del sector. En otras palabras: si The Offspring y Pennywise pertenecen al catálogo de Epitaph Records, es por obra y gracia de Bad Religion, ya que fueron ellos quienes demostraron que el punk estaba de nuevo en boga con las super ventas de su álbum anterior, Recipe For Hate (nadie puede ser tan cándido como para pensar que los Greenday son los héroes del rescate del punk "setentoide" en California. ¿O si?).
En todo caso, el octavo y último álbum de Bad Religion llamado Stranger Than Fiction no es un salto tan gran-de en su estilo. Aunque estuvo producido por Andy Wallace (gurí de Nirvana, Rollins Band, Slayer y Sepultura) se parece bastante al Recipe for Hate La diferencia es que ahora el grupo forma parte de un sello grande: Atlantic. ¿Cómo sucedió esto? Bad Religion siempre tuvo el pálpito de que la música punk tendría un renacimiento comercial. Sería bonito decir que fue una interpretación sociológica, que como la sociedad estaba estresada y reprimida, les tincó que, naturalmente, el punk surgiría otra vez. Pero no es así. Más que el alma del movimiento, Bad Religion tiene la potencia y la velocidad irrefrenable del punk: canciones cortas, directas al grano, precisas, entretenidas (por algo son 15 en su nueva producción).
Tal vez el único punto que atenta contra lo comercial de Bad Religion sea justamente eso: su extrema velocidad. Van como dos veces más rápido que Los Ramones, por ejemplo. Y si tus oídos no están acostumbrados al speed, puede que saturen un poco. Aunque el verdadero hardcore-punk es así: rápido, sin tregua. Todas las bandas metálicas de los ochentas que comenzaron a intuir el speed metal, como Metallica o Slayer, eran adictas al sonido de grupos como D. R. I., Suicidal Tendencies, Ganggreen o Bad Religion. De ellos robaron la velocidad y mucho de la actitud. No por nada, Bad Religion debutó en 1982 con How Can Hell Be Any Worse, que en buen castellano significa Cómo el Infierno Puede Ser Peor. En fin. Esta octava producción de Bad Religion merece un buen vistazo. Y canciones como "Incomplete", "Stranger Than Fiction", "Television" y "Hooray For Me" son buenos botones de muestra.